Por que cantan los grillos

Todos los veranos, se produce un fenómeno de la naturaleza que nos acompaña. Esto tiene que ver con el canto de los grillos. Estos animales suelen usar su voz para poder comunicarse entre ellos, pero, además, cuentan con una doble función, ya que se ha usado, especialmente por los pobladores de los campos, para conocer la temperatura que iba a hacer al día siguiente.

Esta función tenía un claro objetivo por parte de los habitantes de este tipo de localidades, y es que se utilizaban estos sonidos para conocer los grados y el clima de la próxima jornada para, en base a ello, saber qué tareas se pueden repartir entre ellos. Esto es, el canto de los grillos era una forma de organizar la jornada laboral en la zona rural.

Pero, ¿por qué los grillos tienden a cantar más en el período estival? Aquí, contamos los motivos.

¿Qué es el canto de los grillos?

Este tipo de sonidos se escuchan cada verano, pero son casi desconocidos por el gran público. Este fenómeno se conoce con el nombre de ‘estridulación’. En esta situación, los grillos utilizan sus alas externas, también conocidas como ‘élitros’.

Los animales frotan esta parte de su anatomía y consiguen un canto agudo, pero muy potente, y que normalmente influye en el período de celo, cuando quieren aparearse con las hembras de su especie.

¿Por qué los grillos cantan más en verano?

Este tipo de insectos tienen una forma muy particular de subsistir. Esta consiste en que, durante el día, se exponen a la luz del sol para coger temperatura, y de paso, energía. Cuando obtienen la cantidad justa, pueden realizar sus labores diarias, y, por lo tanto, sobrevivir de una forma óptima.

Es más, ellos son más activos en verano porque están directamente relacionados con el calor que hace en esta época del año. Es decir, que necesitan las altas temperaturas para estar activos durante estos meses, los más calurosos. Al ser animales de sangre fría, son especialmente sensibles a los cambios.

Eso sí, hay que tener en cuenta varias situaciones. En primer lugar, estos insectos pueden cantar si la temperatura ambiente supera los 15 grados. Sin embargo, si el termostato marca más de 40, dejan de cantar, y si el termómetro alcanza los 36, caen en declive estos sonidos.

¿Cómo se puede saber la temperatura con el canto de los grillos?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que los grillos están muy relacionados con la meteorología, ya que esta pueda influir en la forma en la que se produce su canto. Si las temperaturas son altas, este sonido es más vigoroso y rápido, y si hace frío, suele ser más lento y espaciado.

Además, este sonido puede ser más fuerte de lo normal por otras situaciones. Alguna de ellas es la lucha por la hembra (que, por cierto, no puede emitir estos cantos) o cuando los machos se enfrentan por controlar lo que consideran que es su territorio.

Por tanto, hay que saber elegir bien para poder calcular la temperatura. En primer lugar, hay que escoger a un grillo concreto. Eso sí, se debe hacer de una forma muy discreta, sin interferir en su rutina, ya que cualquier interacción puede modificar su comportamiento, por lo que no hay que dañarle ni reducir los cantos que haga.

Después de haber escogido al espécimen, se debe contar el número de notas que va emitiendo por minuto. Un consejo es que se apunten en una libreta con lápiz o bolígrafo. En ese caso, mediante el uso de rayas, se van anotando las notas que va haciendo el grillo durante 60 segundos.

Tras apuntar estos números, se produce el cálculo. Y, ¿cómo se hace? Se suman todas las notas que se han detectado, dividir lo que salga entre 5, y, posteriormente, restar a este guarismo 9. Después de hacer estas operaciones, el resultado será la temperatura ambiente.

Por tanto, esta es la fórmula que se aplica para detectar la temperatura con los cantos de los grillos:

Temperatura (medida en ºC) = (Notas detectadas/5) -9.

También, este cálculo se puede realizar en menor magnitud. Esto es, se puede estar solamente 15 segundos oyendo al grillo y detectando sus notas. Así, se pueden identificar las notas durante dicha cantidad de tiempo, y multiplicándolas por 4.

Por si no lo sabías, los grillos cantan para algo más que molestarte por las noches. Su canto atrae a hembras que estén dispuestas a aparearse y se encuentren en las cercanías, así que es algo crucial el cantar en el ciclo de vida de los grillos. Pero, ¿Por qué los grillos cantan para atraer a las hembras? Responderemos esa interrogante a continuación.

El sonido y la posición

Los grillos comienzan a emitir el sonido tan familiar que escuchamos durante las noches en primavera u otras épocas cálidas, lo que significa que para ellos ha comenzado el periodo de apareamiento.

Los grillos para cantar frotan sus alas contra sus patas traseras en un movimiento rápido, el sonido se produce cuando unas pequeñas protuberancias en sus alas chocan contra sus patas, lo que produce el insistente “cri, cri”, que todos conocemos.

Para poder emitir este sonido los grillos mueven ligeramente sus alas de arriba hacia abajo, en un movimiento muy rápido que permite que estas choquen con la parte alta de sus patas traseras.

La forma de las alas hace que el sonido tenga un efecto de onda expansiva, multiplicando muchas veces el volumen inicial del chirrido. Por esto es que pueden ser tan molestos de noche, cuando hay mucho silencio.

¿Influye el volumen?

El volumen de la estridulación del grillo dependerá del tamaño que tenga este.

  • Las hembras normalmente se sentirán atraídas por grillos con un “canto” fuerte y claro
  • El de los grillos más viejos, que es menos claro y no tan fuerte

Otra curiosidad del canto de los grillos es que pueden cantar a diferentes ritmos. Pero hay algo más extraño e interesante, ya que según sea la frecuencia de los cantos se puede calcular la temperatura ambiental.

  • Cuenta el número de cantos del grillo cada 10 segundos, multiplica por 6 el resultado, divide el resultado entre 5 y finalmente resta 9 a la cifra.

De esta manera podrás saber la temperatura ambiental tan solo escuchando y contando cuantos “cri” hacen los grillos, el resultado estará expresado en grados centígrados.

Adultez y apareamiento

El proceso de la adultez en los grillos ocurre cuando después de 45 días de constante metamorfosis ya han conseguido todas las características físicas de un grillo adulto.

El número de mudas varía mucho de especie de grillo en especie, pero en la especie común del grillo doméstico suelen ser unas 7 mudas que ocurren alrededor de 45 días.

En el día número 45 ya deben ser apreciables las alas y deberían estar formados los órganos sexuales. Por lo que el grillo desde ese momento puede comenzar a “cantar” para atraer a hembras y reproducirse.

El grillo adulto doméstico puede medir unos 3cm de largo, mientras que el grillo hembra de esta especie es de mayor tamaño que el macho.

Las hembras son fácilmente identificables. Cuentan con un apéndice que les permite enterrar los huevos en la arena. Así consiguen así la humedad y protección del sol necesaria hasta el momento en el que llegue la eclosión.

Ahora, una vez siendo adultos, los grillos pueden vivir al menos unos 40 días. Los que bastan para que se reproduzcan en más de 200 nuevos grillos, que son los que coloca la hembra normalmente en un día.

El acto de apareamiento comienza cuando el macho comienza a estridular para atraer a una hembra. Los grillos tienen un sentido del oído muy desarrollado, por lo que la hembra puede escuchar al macho, aunque esté a varios metros de distancia.

El macho no se verá afectado por el estridente sonido ya que, al mover las alas en el ángulo necesario para emitir el sonido, este bloquea sus oídos (los cuales se ubican en sus patas).

Una vez la hembra identifique el sonido del macho definirá si le atrae. En caso de ser así ella acudirá hasta la posición del macho y comenzará el apareamiento.

¿Cómo se aparean los grillos?

El macho al ver acercarse a una hembra comienza la segunda fase de su ritual de atracción: mueve las alas a una mayor velocidad para así aumentar la frecuencia en los sonidos que estas emiten. Pero, al mismo tiempo tratan de que la fricción sea mayor, para así lograr que el sonido sea más fuerte.

  • Lo hacen con la finalidad de que la hembra sepa que el macho está interesado en ella y así pueda proceder a acercarse y comenzar la cópula.

La hembra al estar junto al macho procede a esperar que este comience la última fase del coqueteo. Así el macho comienza a tocar con sus antenas a la hembra, esto sin dejar de “cantar”.

La hembra al aceptar el coqueteo se sube en la espalda del macho y este pasa un espermatóforo hasta a ella, colocándolo al final de su órgano reproductor. La hembra rosa esta zona con su receptáculo, el cual también usa para colocar los huevos, quedando así inseminada.

Los huevos ya estarán formados en la hembra, pero al momento en que pasen por el oviducto quedarán fertilizados, pudiendo dar lugar a un nuevo grillo tras 10 días en estado de huevecillos.

¡Ya conoces todos los detalles sobre el apareamiento de los grillos! ¿No te parece fantástico el cómo actúa la naturaleza para crear nuevos miembros de una especie?

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